La Guitarra Portuguesa está compuesta por una caja de resonancia con forma de pera, ligeramente convexa, con abertura circular y 12 cuerdas metálicas dispuestas por pares.

Existen tres variedades de guitarras portuguesa diferenciadas fácilmente por el acabado de los cabezales.

Las cuerdas se pulsan con los dedos pulgar e índice con sus propias uñas crecidas o púas artificiales de plástico, metal o nácar.